Y de un golpe lo sutil
se hizo añicos,
paró el tiempo.
Y fue entonces lo cruel
que embadurno con deseeos
de mentir al porvenir
y reir al descontento.
De insultar a mis adentros
Mas que cayarse decir
y mas que decir que cayemos.
De estar queriendo sentir
que ocultas el firmamento
caminando hacia el redil
en un trocito del cielo.
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